El pasado viernes fue un día especial, no solo porque era el comienzo del fin de semana y significa el ir a la casa del campo a disfrutar, sino también porque por fin conocí a mis dos amigas Carrie y Nurai, y a su mami humana Desi, a las que conocía solo cibernéticamente, pues también tiene perfil tanto en Instagram como en Facebook.
Cuando salí de casa con papá pensé que como todos los viernes nos íbamos al campo, pero cuando vi que no subíamos al coche y seguíamos de paseo me pareció extraño, aunque más extraño debería ser para toda la gente que se quedó embobada literalmente viéndome cruzar un paso de cebra. No se que tiene de especial…
Al terminar de cruzar la calle mi sorpresa fue mayúscula al ver que frente a mi tenía a mis dos amigas en carne y pelo! El encuentro fue de lo más cordial y me porté como todo un caballero con ellas, además, tenía que dar ejemplo, pues soy mayor que ellas y debía portarme bien.
Eso sí, en cuanto empezaron a darnos premios Carrie y yo nos pusimos taaaan ansiosos tratando de comer cada uno más que el otro, que los dos pegamos un bocado a nuestros papis en los dedos, eso sí, fue sin querer.
Nuray sin embargo estuvo un poco mas distante, mas pendiente de todo lo que había a su alrededor, que de mi. En realidad creo que fue porque le gusté, y se puso tan nerviosa al verme que quería disimular como si no le importara para nada mi presencia, pero en el fondo sé que quedó enamoradita de mi.
El encuentro fue breve porque teníamos que irnos a la casa del campo, pero fue estupendo poder conocer por fin a mis amigas Carrie y Nuray, ademas de las ricas almendras que me dió su mami Desi. Espero volvamos a repetir pronto!
Oink!